IDEAS SIN CORCHETES NI HOTMELT
Esforzándose por rescatar el lado humano, en el que obviamente el joven se arrepiente y asegura que no usará nunca más la violencia como "modo de expresarse" -tal como lo dijo la primera vez que fue detenido e imputado por apedrear un Burger King-, Núñez se contenta con darle 15 minutos de fama a un tipo que sólo debería contar con nuestro más absoluto desprecio.
Me van a perdonar los puristas de la libertad de expresión, pero este tipo no tiene un supuesto mensaje que entregar a la sociedad. Él cree que son flaites los que destruyen quioscos, pero justifica a quienes -como él- destrozan un banco u otra empresa, porque el capitalismo es el cáncer de esta sociedad. En eso estoy de acuerdo con él, pero no por ello ando rompiendo vidrios ni arrancando las señalizaciones del tránsito.
Núñez se contenta con anotarse el poroto periodístico porque llegó antes donde querían estar todos, pero cuál es el servicio público que ofrece el periodista dándole pantalla al vándalo éste. Cuál era el punto de entrevistarlo ¿La noticia por la noticia? ¿La noticia como un fin? Darla, punto. Cada uno sabrá cómo interpretarlo, esa sería la típica respuesta. Es noticia y por tanto merece estar en la parrilla, pero cuál es el criterio para que algo sea noticia, ¿simplemente que algo pasa?, porque seamos consecuentes, en este país pasan muchas cosas, pero hay algunas que parece ser más importante que pasen, como que un periodista relativamente mediocre logre entrevistar a un joven que es expresión de lo que a nadie le gustaría ver en las calles. Gente que no sabe vivir con otros, que odia más de lo que ama, sin madre, con un padre que difícilmente se puede diferenciar de una silla y de un futuro incierto, o más bien oscuro.
Creo que un título mejor para el post de Jorge habría sido "Gol de Lizama, autogol de Núñez"