Ya lo dijo
Stark en su bitácora. La
vedette de hoy es el senador Flores, quien se aburrió de las oscuras formas en las que se hace política en este país y decidió suspender su militancia en el PPD, partido hoy cuestionado por el tema de ChileDeportes.
A mi el personaje de Flores nunca me ha dado confianza. Tampoco su movimiento
AtinaChile que logró reunir en su momento gente tan variada como interesante (hasta Parra hizo un "artefacto" para el movimiento). Me suena como a partido político que no quiere llamarse como tal justamente por un tema de imagen.
Según ha trascendido, Flores no postularía a la reelección y se echaría el
broiler a los EE.UU. donde al parecer le va mejor, conoce más gente y no tiene que mezclarse con la chusma que después lo baja y no lo deja ser Presidente como él quería. Arranca, tal cual. Es como cuando Moreira gritaba por los pasillo del Congreso que en Chile, la política era una mierda. Como si no lo supieramos.
Flores se va, pero lo hace
con bombos y platillos, en andas con todo el AtinaChile debajo. No sé. Se me hace como a grupete evangélico que adoran a un tipo que se creyó un cuento y que se lo vendió a varios chilenos, incluso a unos bien inteligentes, o al menos eso creía yo.
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