REVELACIONES CHÚCARAS

Ayer, en Tolerancia Cero, Guillier, Villegas y Melnick se lanzaron en una abierta defensa de Chilevisión frente al supuesto ataque perpetrado por el diario La Nación, al sindicarlos como parte de una "desbocada campaña" de los medios, en la que exageraban el clima de delincuencia en Chile. Vea aquí el gráfico.

Nunca me han gustado las defensas corporativas, las fidelidades mal entendidas. Prefrerí la actitud de Paulsen, que confesó el sesgo con el cual prepara la pauta de Última Mirada, porque piensa que exagerando el tema puede colocarlo en la agenda y así ser objeto de medidas por parte de quienes tienen que tomarlas.

No creo que La Nación haya sido parte de un contraataque del Gobierno (Guillier debería haber pensado que cuando decía eso, estaba siendo tan injusto con sus colegas de La Nación, como cuando lo acusan injustamente a él de poco profesional y ser el sobrino preferido de Bachelet).

No sé si los canales y la prensa efectivamente son parte de una camapaña, pero en mi casa nos la pasamos haciendo zapping a la hora de las noticias. Honestamente no me interesa conocer la "opinión" de la esposa o la tía de la última víctima de la delincuencia. No entiendo esa manía de algunos periodistas de consultar la "opinión" de cuanto transeunte se cruza por el lugar del suceso. Entre más moquillenta sea la cuña, mejor, entre menos ayude a aclarar los hechos, mejor, entre más balbuceante y tartamudo sea el relato, mejor aun. Ése es el enfoque que critico.

Si quieren que el tema se debata, que se toman cartas en el asunto, que realmente mejore esto de la delincuencia, cumplan su rol social, investigando las causas, reporteando las falencias del sistema judicial y carcelario, denunciando a los jueces de mano blanda, a los defensores expertos en sacar libres a cuanto lanza haya, a lo temeraria que es la gente que anda feliz por la calle con las carteras abiertas, con las chequeras gordas en los bolsillos de atrás, en las señoras que dejan la puerta de la casa abierta, en los caballeros que dejan la radio puesta en el auto. Den cobertura a las buenas medidas que han tomado los vecinos para apoyarse frente a esta situación (partiendo por conocerse e intercambiarse teléfonos, para estar más atentos).

Lo que se critica no es que traten el tema, sino el sesgo y el sensacionalismo con que lo hacen. Hace falta más humildad de quienes son parte de los medios, para aunque sea contemplar la posibilidad de que no están haciendo bien su trabajo. Porque NO lo están haciendo bien. Están lejos que poner su grano de arena para mejorar las cosas. Como decía Paulsen ayer, los medios no nos dicen qué pensar, pero sí nos dicen sobre qué pensar, y eso, no es menor.