Un 29 de junio hace 106 años nació en Lyon, el autor de mi libro preferido (aunque suene a cliché).
Antoine de Saint-Exupéry fue aviador y escritor y, un año antes de desaparecer al sur de Francia mientras volaba su Lockheed Lightning P-38, nos regaló la historia de un niño de rizos de oro, cubierto con una capa azul y lleno de preguntas. El Principito (
aquí en pdf).
María Dubón me quita las palabras y me permito citarla:
"El Principito continúa valorando la vida, el amor y la amistad, no juzga a los demás, aunque ha conocido a seres bien dispares en sus viajes. Aún pervive en él el afán de servir a los otros. Si un día, mientras vagamos por un paisaje desértico, encontramos una estrella y bajo ella hay un niño que nos pide: “Por favor, dibújame un cordero”, sabremos que es él. Entonces tendremos que cumplir un deber inexcusable: escribir a Saint-Exupéry para decirle que el Principito ha vuelto."Lea el post completo de María
aquí. La foto ya la
publiqué aquí hace un tiempo. Es de Josemaría, la versión chilena del Principito y, también, mi sobrino.