SE TRATA DE TENER BUEN GUSTO
Published 22 noviembre 2005 by Rodrigo | E-mail this post
Hace unos minutos acaba de entrar la Gloria con un sobre para mí. Viene directamente desde la Hohenzollernring 53, Köln, Deustchand, dirección donde encuentra la matriz de Taschen GMBH. Les sonará la editorial Taschen, la autora de aquellos libros que uno podría pasar hojeando horas y horas, y que cuando se tiene la desfachatez de preguntar por el precio, el tipo de la librería te dice sonriendo algo que sólo en unos cuantos meses puedes juntar.
El asunto es que llegó a mis manos el catálogo de otoño 2005 de esta increíble editorial y babeo a ya no poder más. Hace un tiempo me suscribí a esta revista (gratis) y Uds. pueden hacer exactamente lo mismo aquí.
La historia de Benedikt Taschen en las lides editoriales nos lleva a principios de los ’80 cuando con 18 años da forma a una tienda de comics, con la que le va bastante bien -al comienzo-, luego sin mucha plata le pide plata “prestada” a sus padres para hacer un libro con impresiones de Magritte, luego un libro de Annie Leibovitz y se desata la fiebre Taschen que conocemos hasta el día de hoy.
Libros que cuestan sobre el millón de pesos chilenos, y de los que sólo veremos fotos por estos lares. El catálogo de otoño le trae novedades sobre “Fernandel”. “Jazz Life” en 696 páginas de tamaño 30x40 cm. Algunas de las 2500 ediciones numeradas y firmadas por David Lachapelle a sólo $ 775.000.- y así, miles de otros libros inalcanzables.
Pero Taschen no reniega (tanto) de sus primeros clientes. Jóvenes estudiantes con poco dinero (o educación, como para preferir un libro a una cerveza) y tiene desde un set de clásicas postales de Mattisse por 4 luquitas o los de la ya tradicional serie Icons por 9. La librería Antártica, pero sobre todo la Contrapunto son las que le hacen más a las obras de Benedikt.
Taschen tiene eso que le falta a tantos “gestores culturales” criollos, una mezcla perfecta de valentía, tozudez y buen gusto. Taschen nunca estudió gestión cultural, en esa época no existía semejante cosa. Taschen quería hacer comics y buscó la forma de cumplir sus sueños sin prejuicios y sabiendo que en los ’80 las leyes del mercado eran las que mandaban. Más en una Alemania federal que se levantaba de la mano del liberalismo. Ante todo, Taschen la ha sabido hacer. Ha tenido la agudeza de descubrir cómo emprender un proyecto cultural de la manera que él ha querido, diversificarlo y mantenerlo en el tiempo para transformarlo en una de las industrial editoriales más respetadas del mundo. Taschen se da el gusto de publicar lo que quiera, de hacer lo que haya soñado la noche anterior en su cama, de hacer un libro sobre Muhammad Ali de 50x 50 cm y de 34 Kg de peso que llega a valer la friolera de 10 mil dolares, y peor aun, lo vende! Taschen celebra sus 25 años junto a su equipo en Capri... lo pasan malito.
Si supiera alemán (bien), le mandaría mi currículo, para que engrosara las torres de ellos que debe tener la secretaria de su secretaria. Quizás sea más realista hacer algo parecido acá, pero y ¿quién estaría dispuesto a no tomarse una cervecita a cambio de un buen libro de foto? ¿quién estaría dispuesto a sacrificar el happyhour por una edición de láminas de Matta? ¿alguien? Me avisan.
Si la vena les está por reventar, pueden descargar aquí, el catálogo “Fall 2005” (en PDF) de Taschen. Es un comienzo.
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