La primera vez que fui testigo de un funeral masivo y sobrecogedor fue en vivo. No debo haber tenido más de 9 años y asistía como todo sábado a mi curso de catequismo (omg) en la Parroquia de Viña. Ese día había más movimiento que el normal y mientras esperabamos en los pasillos internos de la iglesia que llegara la ¿profesora? un tipo largo, flaco, pelo ruliento y bigotes, me pidió con su voz profunda que le sostuviera un saxofón mientras él iba al baño. Se trataba de
Claudio Parra, quien participaría en unos momentos más del funeral de su hermano
Gabriel, baterista de
Los Jaivas trágicamente fallecido en un accidente automovilístico en Perú. Afuera, una multitud llenaba los alrededores de la parroquia, incluso interrumpiendo el paso del tren (cuando éste iba por la superficie), todo, cuando las manifestaciones populares aun eran un riesgo. Fue un día especial del que fui parte sin quererlo, pero que no puedo olvidar hasta el día de hoy.
Desde aquellos tiempos, han sido varios los chilenos que a su fallecimiento han sido objeto de sentidas manifestaciones populares tras su muerte. Se me vienen a la mente el
Cardenal Silva Henríquez,
Gladys Marín, el
"Gato" Alquinta, creo que Julio Martínez también tuvo una despedida popular. Afuera, los casos de Lady Di y el Juan Pablo II han dado muestra del fervor popular ante una pérdida.
Qué es lo que pasó ahora en Chile tras la muerte del
Gral. Bernales. No deja de llamarme la atención la reacción que provocó en la población. Gente que daba muestras de pesar ante las cámaras como si se tratara del propio padre, hermano o hijo. Señoras que decían no haber podido conciliar el sueño en estos días, a los cuales les faltaba un referente en sus vidas como si el Carabinero hubiera sido su guía en vida. Qué hay detrás de este sentimiento tan fuerte.
Mal que mal se trata de la primera autoridad pública que muere en servicio desde hace tiempo y se trata también del jefe de una de las instituciones en la que la población ha depositado más confianza, según lo advierten las encuestas, cosa que no es poco sin pensamos lo profundamente desacreditadas que están gran parte de las instituciones del Estado.
Me parece interesante el fenómenos sociológico que se ha dado en este caso y los estudiosos del tema de seguro tendrán sus teorías al respecto. A mi me parece que hay un signo importante. Bernales era un tipo sumamente serio y duro, pero a la vez cercano, afable y generaba una confianza y cercanía que nunca había visto en una autoridad de uniformada. No por nada se ha ganado el título de "General del Pueblo", algo que parece un cliché periodístico, pero que en realidad representa una forma de hacer servicio público y que el hijo del Gral. se encargó de resaltar exhortando a las autoridades que quedan con nosotros a transformarse en jueces, legisladores y ministros "del pueblo". Menuda tarea.
Esa forma que tanto se le critica a la
Presidenta y que a los ojos de muchos aparece como signo de debilidad por la cercanía y la emotividad a la que muchas veces recurre, es también lo que mostraba Bernales cuando se trataba de afrontar determinadas coyunturas. Sin embargo él nunca fue criticado por eso. Quizás nos quede por aprender que es la propia gente la que demanda un nuevo trato y es una lástima que tenga que morir gente para que comencemos a apreciar -como decía un profesor mío- aquello que tenemos y que no sabemos que tenemos hasta cuando no lo tenemos. - foto_
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