¿QUÉ HACER CON LA EX CÁRCEL?
Published 10 diciembre 2007 by Rodrigo | E-mail this post
Justo cuando se cumple un aniversario más de que los terrenos de la ex cárcel se abrieron al público, se discute el futuro de ésta luego de que hace algún tiempo se anunciara que el reconocido arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, habría "regalado" un rupturista proyecto arquitectónico para ser emplazado en dichos terrenos.
Hecho el anuncio comenzaron las críticas. Algunas muy bien fundadas y que dan cuenta de la ausencia de políticas y organización para afrontar el tema del abandono y deterioro del espacio. Otras críticas absolutamente destempladas y que dan cuenta de un chovinismo y -valga la redundancia- provicianismo vergonzoso.
No hace mucho, uno de los espacios más importantes de la ex cárcel, sufrió un incendio que terminó por transformar en cenizas un espacio utilizado para la creación artística, sobre todo en el área del teatro. Ésto refleja no sólo la necesidad, sino la urgencia con que debe metérsele mano a ese espacio. Sin embargo, la forma en cómo intervenirlo tiene enfrentados a quienes -por un lado- han sabido aprovechar el espacio con sus iniciativas artísticas manteniendo el vínculo con su centenaria historia, y quienes -por otra parte- desean que los terrenos se transformen en otro tipo de propuesta turística y cultural, alejándolo de su pasado como recinto penitenciario.
La pregunta cae de cajón ¿qué hacer finalmente con la ex cárcel? Actualmente, el espacio consta de un polvorín donde hay algunas oficinas, una recepción y un par de piezas que sirven como improvisados cuartos de ensayos. Una galería donde se encuentras las otrora celdas y, finalmente, los espacios abiertos donde hoy se juega a la pelota, se anda en zancos o se hacen malabares. De vez en cuando, estos espacios son utilizados para conciertos, obras de teatro o festivales artísticos y de ahí que exista un profundo sentido de arraigo para quienes organizan y aprovechan esas instancias, que son los mismo que reclaman para sí los destinos de la ex cárcel, lamentablemente sin un proyecto concreto sobre qué y cómo hacer algo con ese terreno. Frente a gestos como los de Niemeyer (aun cuando no me gusta personalmente la propuesta) reclaman porque las soluciones que más se consideran son las que vienen de afuera -me pregunto yo qué sería de Chile sin el aporte de los foráneos- pero no hay un verdadero "hacerse cargo" del tema, propiciendo un status quo que redunda en un gran espacio tremendamente poco aprovechado. Porque sería absurdo pensar que la ex cárcel sea sólo patrimonio de saltimbanquis y el famoso "papito".
Quisiera un espacio que haga posible obviar la tremenda carga negativa que emana de esas galerías donde tanto se sufrió y en el que convivan las iniciativas locales con la posibilidad de asistir algún día a un espectáculo artístico de calidad que pueda ser apreciado de manera segura y cómoda. ¿Por qué no podemos los habitantes de Valparaíso darnos un espacio como la gente? - foto_
míaEtiquetas: nacional