El otro día veíamos con mi viejo las noticias de
TVN y nos encontramos con una pequeña nota dedicada a la campaña "
Grandes Chilenos". El mini reportaje hacía exponía suscintamente el legado de varios chilenos destacados en el ámbito de la ciencia.
Alcancé a divisar a
Claudio Gay (francés) e
Ignacio Domeyko (ruso), entre una lluvia de imágenes y una mujer metralleta al micrófono que más acelerada que relator de fútbol intentaba meter en algo más de dos minutos, la vida y aporte de estos grandes "chilenos" al acervo científico nacional.
Hasta yo terminé agotado después de esa avalancha de datos. Para qué decir mi viejo, que casi sudaba tratando de seguir el ritmo desenfrenado de la nota.
Terminada ésta, le seguía un segundo reportaje acerca del nosécuántonésimo
femicidio y la forma en que el victimario había abusado de la confianza de no sé quién para enterrarle el cuchillo no sé dónde. La nota duró bastante más de cinco minutos y no escatimó en detalles acerca de cómo este fenómeno se hace cada vez más común y bla, bla y que el Ministerio Público y la mamá de la víctima que había hecho una denuncia y la hija que tenía síndrome de no sé qué cosa y la asociación de víctimas y el lavinismo-allendismo y la cacha de la espada, la pata de la guagua y la cartera de la vieja. En fin.
Ya sabrán para dónde va este post. Para qué repetir las mismas preguntas que me hago siempre, pero me tiene chato esta epidemia chilevisionista que está afectando a todos los noticiarios que dedican más tiempo del que correspondería a los casos policiales con despachos en directos, muchos "qué siente" que dan lo mismo, lugares comunes y estadísticas ingenuas. ¿En qué diablos piensan esos directores de prensa? Parece una falta de respeto para estos supuestos grandes chilenos, el que se le dediquen unos segundos todos apurados para cumplir y subirse al carro del Bicentenario a como de lugar. Un poco de seriedad, señores. - foto_
alvarovskiEtiquetas: nacional