Se lee hoy en La Tercera al neo progresista Andrés Allamand abogando por los derechos laborales y refiriéndose a los abusos que cometen algunos empleadores contra sus trabajadores bajo la fórmula de que "en todos los cajones de manzanas hay manzanas podridas". No puedo evitar recordar el inicio del documentak canadiense
The Corporation (
wiki) donde se muestra una secuencia de varios periodistas, economistas y autoridades refiriéndose a la crisis de confianza empresarial desatada por
el escándalo de Enron, como el resultado de las malas prácticas de "a few bad apples".
Intentar simplificar el tema como si en realidad el descontento, fuera producto de unas pocas malas prácticas de empresarios descriteriados es justamente una de las razones por las que la efervescencia es tanta. No se le toma el peso al asunto. En paralelo a lo que pasó en EE.UU. donde simplemente muchos más empresarios de los que caben en un cajón con manzanas, se arrancaron con los fondos de sus empresas dejando a acreedores y trabajadores de hombros encojidos, en Chile también se está acentuando una crisis de confianza entre trabajadores y empleadors. Hoy el empresario que está al día en sus obligaciones previsionales, que despide con causas justificadas, que paga sueldos dignos y acordes a la productividad o que simplemente no le pasa la aplanadora al trabajador -pudiendo hacerlo- es la excepción. De otra manera no se explican las miles de acciones judiciales por cobros que abarrotan los tribunales y de los estudios que hablan de porcentajes marginales de trabajadores que ejercen en condiciones dignas. Aquí no estamos hablando de manzanas ni ninguna otra fruta.
Allamand usó una metáfora añeja, mostró la hilacha y explica un poco la actitud incrédula con que se muestran muchos de sus colegas parlamentarios, frente a esta "abrida de ojos" después de años de resistencia y dogmatismo.
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