La derecha anda toda cocoroca porque tiene sentados en el banquillo de los acusados a un mogollón de autoridades y ex funcionarios concertacionistas, aparentemente responsables del descalabro del Transantiago. Hace unos días el show del diputado Álvarez con el Ministro Velasco en
la mediática interpelación, fue simplemente penoso. Un diputado que más parecía actor de teatro y una autoridad que supo quitarle todo peso y validez a la instancia haciendo lo que se le dio la gana. Mal los dos.
Ahora están en las comisiones investigadoras y ayer el ex biministro de Lagos, Jaime Estévez, "asumió la responsabilidad política" por los problemas del Transantiago por haber sido la autoridad a cargo de firmar los contratos y dejar la torta lista para que el Gobierno actual implementara el plan y quedara la escoba.
¿Qué es eso de asumir la responsabilidad política? En qué cambió la vida de Estévez después de ese acto noble de haber asumido la responsabilidad. Nada, absolutamente nada. Ahora viene Espejo y seguramente también asumirá su cuota de responsabilidad, y nada. No pasará nada. Luego vendrán otros y dirán que también tienen culpa, y chao, se irán para la casa tan tranquilos como llegaron.
La derecha equivoca el camino desgastándose en que ex funcionarios asuman una culpa que la ciudadanía ya se ha encargadado de asignar y que, como siempre, olvidará con el correr de los días. Lo que en el fondo, quiere la derecha, es minar las posibilidades de Lagos para la respostulación con un mea culpa que nunca sucederá, o hacer que la Bachelet dimita por el cargo de conciencia de haber sometido a muchos santiaguinos a una humillación pública, cosa que tampoco nunca sucederá. Lo que más le temo a un Gobierno de derecha es que pasarán los cuatro años quejándose de la cagada que les dejó la Concertación y se harán famosos por las persecuciones de culpabilidades de cada cosa que no se hizo como se debió durante los casi veinte años que estuvieron en el poder, pero en cuanto a avances... no me espero mucho.
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