REVELACIONES CHÚCARAS

El Gobierno no puedo esperar a que todos volvieramos de vacaciones. Nuevamente le tira la tremenda papita a una derecha que, aun con la barba crecida y las piernas sin depilar, no puede creer que le hayan dejado la pelota en la línea de gol, nuevamente.

Uno podrá decir que la implementación del Transantiago -que ha mantenido a todos los medios con mucho "material"- es una de las revoluciones urbanas más importantes de la Región Metropolitana y que por lo tanto, el que haya dificultades es parte y consecuencia esperable en cambios de este tipo. Pero una cosa son las dificultades que puede tener un proyecto del género, y otra lanzar lisa y llanamente el Transantiago cuando gran parte de su infraestructura e incluso diseño, no están listos o son definitivamente malos.

El que no estén los paraderos listos, el que falle el sistema de cobro, el que las empresas que proveen el servicio no tengan sus máquinas listas, sus trabajadores en condiciones de prestar el servicio para el que fueron contratados, y que no sean capaces de asegurar los flujos y recorridos para los que se obligaron, esos son todos temas que pudieron ser previstos y no hacer el papelón que hasta hoy los noticiarios se encargan de mostrar y mostrar.

Las excusas (porque ni siquiera hay justificaciones) van por achacar todo a los empresarios microbuseros quienes no habrían sacado a la calle las micros acordadas. Ok, pero la causa de la mensaca, está lejos de terminar ahí. Me pregunto en qué estaban pensando los ingenieros del Ministerio de Transportes, cuando decidieron dejar a muchos sectores de la región que contaban con conectividad a cargo de uno o más recorridos, ahora no pasa nada cuadras a la redonda. En qué estaban pensando esos mismos tipos cuando decidieron cambiar las micros por busecitos más lindos, pero chicos, para llevar como "alimentadores" a la misma cantidad de gente que antes viajaba colgando de las puertas en buses cuatro veces más largas.

Son en eso casos, cuando las acusaciones de improvisación de parte de la derecha y de la mayoría de los usuarios y espectadores del Transantiago, no parecen para nada exageradas.

Qué le queda al Gobierno ahora que decidió traspasar la responsabilidad del transporte público a un grupo de empresarios y a una administradora financiera controlada también por privados. Agrandar el Metro, no hay otra. En ciudades con la densidad poblacional de Santiago (e incluso con menos) las líneas de metro son verdaderas soluciones para que las personas se transporten y nadie ve los shows que se ven acá (vean los mapas de metro de París, Londres, Nueva York o Berlín).

Nada. Mis más sentido pésame para quienes sufren con el tema. El próximo año vienen las municipales y aunque el sistema de transporte no tenga nada que ver con los ediles, la población no va a ser el distingo y, si no tienen solucionado el tema, la Concertación podría asistir al primer capítulo de la crónica de su muerte... y bien anunciada según me temo veré en los noticiarios hoy a la noche. - foto_JP 2.0.

Nada que ver, pero encontré un sitio en que se puede sacar la cuenta de en cuántos sistemas de Metro le ha tocado viajar a uno en el mundo. - Link.

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