Se había especulado bastante acerca de la
pareja de hombres que inscribió una lista de novios en
Ripley. Que era verdad y se casaban a fin de año, que era una estrategia de marketing de Ripley, que los supuestos novios no existian, que si existían y alguien fue compañero de uno de ellos no sé dónde. En fin.
El tema es que es tema. Y Ripley se las había mandado con una declaración pública en la que selaño que "
es una empresa que busca dar un buen servicio a sus clientes y no realiza ningún tipo de discriminación o juicio de valor respecto de aquellas personas que deseen inscribirse como pareja en el departamento de novios. En esa línea, considera que todas las parejas que se van a unir, ya sea de manera legal u otra en Chile o en el extranjero, merecen respeto y un trato digno e igualitario, por lo que tienen derecho a acceder a los beneficios establecidos por nuestra compañía"
Pero los novios se desistieron de aparecer en la lista de novios de la tienda que más cobra en comisiones en Chile. Girón y Lozano decidieron que el revuelo fue mucho más del que ellos esperaban, o quizás no esperaban revuelo alguno.
En todo caso, vaya que hay que tener cojones para exponerse así frente a una sociedad que podrá haber avanzado mucho, pero sigue siendo prejuiciosa, moralina e hipócrita. Es de esperar que -de ser todo verdad- el estudiante de periodismo de la
Finis Terrae, efectivamente llegue a ser periodista de esa casa de estudios. Esa noticia sí que sería interesante conocerla.
A Lozano y Girón el mayor de los éxitos y sea donde sea que se casen y si se casan o no, muchas felicidades. Pero está claro que Ripley, con declaraciones y todo, no encanta a nadie. -
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