Fueron dos días en que, con suerte, tuve tiempo de ir al baño. Aunque no me puedo quejar. Fue todo para mejor. No hubo problemas con el pc (que siempre se ha portado a la altura, no arrepintiendome jamás de no haberme comprado un Mac -aparte que no tenía la plata-), sino que era sólo un exceso de cosas que hacer y prioridades. Por eso la ausencia.
Ahora vuelvo para irme nuevamente. Esta vez con maletas, bolso de fotografía y ropa para un mes. Destino: Puerto Varas y Puerto Montt. El primero por placer, el segundo por trabajo. Y así va a hacer todo el mes. A medias. Medio día para el deber, medio día para el placer. Pero el bolso con cámaras y lentes se va para la segunda mitad del día. Ya llegará el momento en que tenga que movilizar aparatos fotográficos para cumplir con algún deber. Por mientras, hay que saber negociar con uno mismo -como alguna vez me dijo un amigo- y hasta el momento he salido bien parado de la negociación.
Después de dos días de ausencia se supone que debería tener varias cosas para contar, pero para qué los voy a aburrir. A ver si de aquí a las 11 (hora en que parto) se me ocurre algo. Sino, nos estaremos leyendo a partir del lunes, directamente desde Puerto Varas. Desde allá seguimos.
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