La Nacion.cl informaba ayer que
los bancos chilenos obtuvieron una renta neta de casi 700 mil millones de pesos entre enero y septiembre de 2006. Es decir, los bancos a través de los créditos que dan (que en el fondo es la plata que nosotros depositamos en nuestras cuentas de ahorro y corrientes) reciben utilidades (los intereses), nos hacen entrar en la ruleta de los fondos mutuos y cientos de otros "productos financieros" que aseguran hacer crecer nuestras arcas (y también las de ellos). Y bueno, es su negocio, perfectamente legítimo.
Sin embargo todo este jueguito no es tan inocente. Día a día nos bombardean con mensajes que nos llaman a hacernos de lo que no tenemos a punta del "pague después en cómodas cuotas milenarias". Recuerdo ese aviso en que uno de los Larraín ofrecía un crédito hipotecario junto a la gran oportunidad de hacerse de un auto de marca por la módica de veinte lucas por treinta años. ¿Quién puede pensar que es una buena idea pagar por 30 años la cuota de un auto?. A mi, deber plata me estresa. No duermo tranquilo sabiendo que tengo una deuda, y por lo mismo no tengo línea de crédito y la Visa la he ocupado sólo para suscribirme a la
Esquire (US$ 20.- que tenía en mi cuenta). De hecho pago más por gastos de mantención por la bendita tarjeta que por uso. Y se trata de la forma en la que cada uno asume sus gastos y sus expectativas de consumo.
Nos meten en la cabeza que todo está al alcance de una pasada de tarjeta, y que el éxito se relaciona directamente en el cuánto tienes más que en el cómo eres. Nada nuevo, lo sé, pero sigo pensando que no es tarde para bajarse del carrusel del consumo desenfrenado. De gastar lo que tenemos en lo que realmente necesitamos y disfrutar a las personas y no a las cosas.
Los dueños de los bancos son felices, hicieron sus buenas ganancias estos primeros 9 meses. Han hecho un gran trabajo, pero no compro esa cantinela que quiere hacer aparecer a los bancos como si fueran nuestros mejores amigos. Esos que te entienden cuando algo penca te pasa, cuando quieres comprarte el ticket del avión para perseguir a tu chica, cuando te quieres dar las vacaciones que salvarán tu matrimonio en un
all inclusive, cuando quieres darle a tu hijo ese auto que "se merece" porque pasó a segundo en la universidad, cuando puedes darle a quien quieres ese regalito con etiqueta de precio en dólares, en fin. Ahí son tus amigos, los mejores, pero los amigos también se caen, o son malas influencias. No vaya ser que más temprano que tarde te presenten a otro de sus partners, un tal
Dicom.
Hoy sale una nota sobre lo que pagan los chilenos en promedio en puras comisiones a los bancos. - Nota en
El Mercurio.
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