REVELACIONES CHÚCARAS

Parece que las micros multicolores que zurcan las calles porteñas y viñamarinas tienen sus días contados. La implementación del TransValparaíso parece ser cosa de tiempo. La infinita cantidad de micros, muchas de las cuales se pasen con dos o tres pasajeros, y las mismas que disputan el circuito de carreras porteño entre el puerto y Valparaíso, serían reemplazadas por elegantes y relucientes micros arcordeón como las que se ven en Santiago.

Va a quedar la crema. Quienes defienden a las multicolores argumentando que son parte de nuestro patrimonio, y quienes ven en este plan de transporte, una posibilidad para sacar el exceso de máquinas y regularizar bien los recorridos.
Luego va a venir el tema de los cobradores automáticos (lejos la peor idea en transporte en años y un negociado con el que se habrá beneficiado algún sobrino de Seremi). Si se trata de que los micreros no manejen dinero para que no los asalten, cuál es el problema de informar a la gente que, de ahora en adelante, los boletos de micro se compran en los kioskos, donde perfectamente podrían haber tres tipos de boletos: local, valpo-puerto y directo. Punto. Así, todos los kioskeros con patente municipal estarían obligados a vender los boletos de micro, y los micreros sólo dispondrían de un receptáculo para emitir boletos siempre y cuando se page el valor justo (osea sin poder dar vuelto). El receptáculo sólo podría sacarse bajo llave que tiene alguien en la garita final. Punto.

Así funciona en otros paises, y con gran éxito. Habría que informar a la gente y enseñarle, como siempre, pero creo que a la larga nos evitaríamos varios problemas de seguridad. Ok. En las próximas elecciones me postulo, lo sé.

Noticia en LUN.