Hace mucho tiempo me llegó uno de esos mails "cadenas" que odio y borro de inmediato. No sé por qué, ese lo leí, era sobre cómo han cambiado las cosas desde que éramos niños, las preocupaciones de aquellos tiempos y la de ahora. El tema puede ser absolutamente baladí, pero creo que representa esos "signos de los tiempos" a los que se hace mención comunmente.
Cuando podíamos salir a la calle y pasarnos el día completo jugando para volver sólo cuando la oscuridad no permitía ver nada. Y nadie se preocupaba. Cuando se podía andar en bicicleta sin cascos, rodilleras, coderas, protector bucal y GPS, y no pasaba nada, aparte de unos dientes menos y unas peladas de las piernas. Cuando uno podía vivir sin el celular en el bolsillo y nadie se sentía menos importante si no sonaba, ni nadie entraba en pánico si no había noticias del otro en, digamos, media hora. Y en fin...
so and so.
Hoy son tantas las cosas que nos parecen normales y sin las cuales no concibiríamos la existencia. Antes los niños podían ir saltando en la parte de atrás de los autos, hoy hay una ley que te impone una multa si el crío no va amarrado a una silla. Pero los cambios son por algo. Algunas veces, simples caprichos que nos imponemos para estar "a la altura", a veces necesidades creadas para responder a nuevos contextos, pero de que cambia todo cambia,
é vero. Cuando pienso en el futuro, creo que sería feliz en una caleta lejos de Chile, sin celular, sin rodilleras ni silla para el auto, pero claro, con mi Pentax, mi
ipod y ojala mi
wi-fi. ¿No será pedir demasiado?