Ok. Mea culpa. Lo asumo, me estaba perdiendo de algo grande y bueno, al menos así va. Será que no me ha gustado ir con la corriente, pero lo acepto. El domingo pasado vi el último capítulo de
Lost y quedé metidísimo. Me bastó el resumen de la primera temporada, haber visto algunos segundos de la serie cuando Tolerancia Cero iba a comerciales, y quedé pegado. Ya me hice de parte de la segunda tenporada y ayer me di un festín de varios capítulos.
No es
Kate ni el
hijo de chilenos que añora los
hot-dogs con porotos. La serie revive el suspenso y la sorpresa como no veía en una serie hace mucho. Me habían dicho que la viera, que no me hiciera el contreras, pero no, y como he dicho en más de una oportunidad, soy campeón en escupir al cielo, total, lo peor que puede pasar es que te caiga encima y siempre habrá una manga al alcance, así que aquí me tienen, consiguiéndome el resto de los capítulos de la
segunda temporada, esperar ver algún día la
temporada uno, y aceptando el error. Aunque no cambio a
Zooey Deschanel por la
Evangeline Lilly. Ahí no tranzo, aunque haya perdido
la encuesta. Eso si que no.