¿Porqué una señora de dudosa procedencia puede venir a un país y embaucar a miles de personas con un supuesto negocio que los hará salir de la pobreza? Salvo contadas excepciones, los estafados tienen un perfil bastante parecido. Gente humilde, seguramente con poca educación, en una situación económica apremiante y, por lo tanto, necesitados.
Aquella máxima de que lo que fácil viene, fácil se va no fue lo suficientemente convincente a la hora de que estas personas decidieran poner en riesgo todo lo que tenían para invertirlo en este supuesto "golpe de suerte". Incluso ni siquiera los primeros traspiés (iban a cobrar 1 millón y sólo les daban 250 lucas) tenían un efecto dominó en la confianza de estos improvisados "emprendedores". Seguramente pensaron que todo se iría arreglando en el camino, y comenzar a reclamar sería mirado como quien quiere funar la oportunidad que todos estaban esperando.
¿Qué más conclusiones se pueden sacar? Creo que no vale la pena hacer tanto estudio sociológico. Creo que lo más importante es que quienes están viendo esto por televisión, y sin duda, quienes fueron afectados por la
madame, tengan conciencia de que la informalidad es un mal endémico en este país. Todo a la buena onda, todo al favorcito, todo así como que no quiere la cosa y sin que nadie se moleste, todos cuidándose de no ser el grave inquisidor que exija que las cosas sean claras y formales. Mal que mal, se trata de dinero, y muchas veces, ajeno. Estas personas fueron víctimas de su falta de educación, de su ingenuidad e informalidad. No queda más que esperar buenamente que puedan recuperar parte del dinero que perdieron y que seguramente la iñora ya se gastó en
baguettes. Una pena.
foto_
A W.