El lunes caminaba por Monjitas y me quedé pegado (como siempre) en la vitrina de la Contrapunto que está casi llegando a Mc Iver. Ahí me topé con el libro de
Álvaro Larco "
Mirada Transeunte" y me lo compré sin siquiera verlo.
Este doctor de profesión, pero fotógrafo de corazón hace un recorrido por una cotidianidad colorida en personajes y situaciones, pero monocromática en la técnica. Imágenes, en apariencia, absolutamente comunes y corrientes, pero que, como he dicho ya antes aquí, logran transportarte a un lugar, a una situación. A meterte por un segundo en la vida de otro, que está representada por sus muecas, por sus gestos, por su andar o por su postura. Porque al final de cuentas, todos decimos algo de nosotros por la forma en la que nos paramos, caminamos o por la ubicación que tomamos en el escenario de la vida, y Larco logra captar esos detalles mínimos en este impresionante y excelentemente bien editado libro.
Para quienes puedan, regálenselo. No está caro (
$ 14.900.-) y vale absolutamente la pena. Busco hace tiempo su libro "El Mundo de Emilia". Si alguien sabe dónde conseguirlo, agradeceré el dato. Larco es definitivamente uno de mis referentes y que confirma lo que dijera Marinello al recibir el Altazor hace unos meses: en Chile hay excelentes fotógrafos. Será porque somos buenos para tomar distancia de las cosas o porque algunos son (quisiera decir, somos) más observadores que el resto, encontrando historias donde nadie las ha visto, y menos escuchado.