REVELACIONES CHÚCARAS

Como si alguien me quisiera hacer una mala broma, ayer me llegó la primera edición de mi reciente suscripción a la revista norteamericana Esquire. Una de mis revistas favoritas y que ha sido punta de flecha de muchas de las buenas ideas que he tenido últimamente y que ahora vería con otra tinta. La revista está buenísima y aproveché una súper promoción que por U$ 20.- tienes derecho a un año de ediciones, envío incluido. Ayer llegó embolsada y en perfectas condiciones, lo que no dejó de llamarme la atención.

Pero ¿por qué una mala broma? Por estos días estoy más avocado a aquello que uno “tiene que hacer” y entre esas cosas estoy conciente e inconscientemente, dejando de lado muchas cosas que “quería hacer”.

Un amigo me decía, qué remedio, hay que hacer lo que hay que hacer no más.. Aborrezco esa frase, pero suelo practicarla tanto que dudo que alguien me crea que la aborrezco. Recuerdo cosas que escribí en esta misma bitácora hace un tiempo y me siento, una vez más, que eso que tiré al cielo, ahora me cae encima. Otro amigo me decía, a veces, sobre todo cuando uno está empezando, hay que saber negociar con uno mismo. Lo que no significa postergar, sino simplemente negociar. El problema es que cuando uno se sabe mal negociante, termina postergando y es eso lo que me tiene mal.

Un tercer amigo me decía creo que si uno tiene la posibilidad de hacer lo que a uno le gusta tiene la responsabilidad y la obligación de hacerlo, para reestablecer al menos algo de equilibrio en el mundo y balancear por todos aquellos que no pueden y que despotrican contra sus empleos sin otra posibilidad que seguir trabajando en ellos... Y bueno, creo que tiene toda la razón y yo tantas veces me he dicho lo mismo, y peor aun, sólo tengo excusas, y malas.

Habrá que poner el hombro y quizás algún día salve una vida. Habrá que esperar que algo pase, de esas lluvias de ranas que ponen todo en orden, como deben ser las cosas, y que nos permitan asumir la única gran responsabilidad que tenemos en nuestras cortas vidas: Ser felices.

A mis tres amigos, sorry por las citas en este espacio público, pero me llegaron y me siguen dando vueltas.