Ahora a los ilustres diputados de nuestra nación no se les ocurrió nada mejor que tirarse a la prensa encima. Sus eternos aliados. Luego del bochorno de Leal (según él sólo tres lapsus) y el fallido "homenaje" (recepción, según Leal), ahora cual Magdalenas, los parlamentarios tomaron sus minutos de incidentes para recriminar a la prensa porque estarían "farandulizando" el parlamento y no colaborarían en "legitimar" la función parlamentaria. Frescos de raja.
Seguro que hay parlamentarios que se toman su trabajo en serio, asisten a las sesiones, cumplen con sus jornadas distritales y comisiones. Seguramente son los que menos salen en la tv, porque seguro que aun quedan políticos con vocación de servicio público. Pero por alguna razón, hay ciertos personajes del edificio de Pedro Montt que ya vinculamos con un protagonismo exacerbado y una capacidad para condorearse impresionante. (¿cómo se explican
estas estadísticas de asistencia si cuando filman el hemiciclo hay un par de
pelagatos?)
Si ellos están preocupados por la farandulización o la poca legitimación de la función parlamentaria, podrían partir por revisar ellos cómo están ejerciendo la soberanía que nosotros les delegamos. Mucho viaje, mucha sesión especial para ver cosas que nada tienen que ver con sus atribuciones, lo mismo cuando se ponen a interceder para rematar conflictos. A los parlamentaios les toca legislar y fiscalizar los actos de gobierno, entre otras funciones menores, pero dedíquense a eso.
Uds. forman parte de un poder del Estado, sí. Pero de uno que hoy por hoy, da vergüenza. Donde se agarran a combos, donde aprueban leyes que no leen, donde se esfuerzan por aparecer en el más reverencial y tímido de todos los CQC del mundo, porque saben que no les van a dar en el rostro con lo que se merecen. Lo que es a mi, me tienen podridos estos políticos.
Etiquetas: nacional